jueves, 18 de diciembre de 2008
martes, 11 de noviembre de 2008
domingo, 28 de septiembre de 2008
inconciente
¡Creo hay todo un movimiento de izquierda en lo más profundo de mi ser que planea la revolución!
No deseo guerras, muertes ni destrucciones; en realidad podemos llegar a un acuerdo, solo es cuestión de decir la verdad y nada más que la verdad. Sinceridad por favor ¡humildad!, es al fin y al cabo mi necesidad para morir y saber, realmente saber que fue un acuerdo nuestro y de nadie más, eso a lo que algunos filósofos existenciales vulgarmente llaman: desición.
jueves, 25 de septiembre de 2008
Costumbre..
lunes, 21 de julio de 2008
La calle es angosta...
Camino discretamente, silencioso y austero; él me mira de nuevo, observa mi torpe silueta desde la penumbra de mundos distantes: ¡¡quebrantados por la puta corriente de almas negras y tristes chillidos!!, que se mecen, van y vienen sobre el pavimento frágil como tu cuerpo: solitario y fugaz, mío y no mío, vivo-muerto.
Clavo mi mirada en tus ojos, sigo adelante, doy un salto y ya estoy del otro lado; la ironía juega a las cartas ahorca el nudo que se retuerce en mi pecho y, mientras el agua llora, tus ojos queman y el nudo me ahorca el pecho tu aún me miras: dócil y seco; sin siquiera escuchar el crujir de letras que retumban como eco en mi cabeza, la sacuden y la vuelven a golpear sin piedad alguna mientras el agua llora, tus ojos queman y el nudo me ahorca el pecho...
miércoles, 16 de julio de 2008
Cerdo enamorado.
Los cerdos también se enamoran y mueren:
mueren mil veces por día en azoteas de universidades fumando cigarrillos frente a estacionamientos con niños de amarillo; e ahí también dónde se enamoran...
La esperanza se vistió de amarillo: hoy le he visto de nuevo desde la azotea de la escuela. Se gana algunas monedas lavando coches en un estacionamiento frente a la universidad, y yo me pierdo la vida fumando cigarrillos frente a un estacionamiento con niños de amarillo desde la azotea de mi universidad...
*** (dedicado al chico del estacionamiento: algún día sabré tu nombre...)
"Manual de Instrucciones"
" Manual de instrucciones " (Aprendiendo a ser BL)
Y aqui estoy, sediento, hambriento y con vagas ideas de muerte. He sido lanzado a este mundo sin previo aviso, sin haber NUNCA firmado un contrato de "mounstruo" en esta obra de teatro, cuento, leyenda, historieta, PESADILLA...
¿ Prófugo de la justicia ?...SÍ, en mi mundo se castiga al AMOR y se confunde el sexo con MIERDA, se ríe la gente del DOLOR y se premia la IGNORANCIA y la ESTUPIDEZ.
Es un crímen de nacimiento.
¡¡ QUE VERGÜENZA !!
Mi vida no tiene un MANUAL DE INSTRUCCIONES, ni siquiera un botón de OFF...
Hoy lo único que quiero
es que éste día se acabe...
Mañana no se qué pasará,
pero prefiero ni pensarlo...
"Amor Boylover... el arte de volverse loco"
Cuando paso...
Debo confesar
que aún paso por ahí.
Que embriago a la noche
con humo para acercar el día
y que albergo su pequeño rostro
en mis ojos como triste fantasma.
Debo confesar
que aún paso por ahí:
que doy vuelta en la esquina
cada mañana y encuentro el fin del
universo, que sigo adelante con resignados
pasos mientras siento como mi pecho se retuerce
y van cayendo pedacitos, que intento gritar su nombre
y veo cuando se quiebra como el cristal en mi garganta
por no saberlo, que me chingo la puta vida de una
manera placentera todas las mañanas que
el universo da vuelta en la esquina y se
acaba, ahí, por donde todavía
paso y le veo; pequeño rostro
que albergo en mis ojos
cada noche y convierto
en triste fantasma. Sí.
Debo confesar
que aún paso por ahí,
pero el día de mañana no vuelve a pasar.
***Dedicado al chiquillo que me alegra las mañanas..
ESTÚPIDO.
C a t a r s i s pura..
ESTOY HARTO DE LA MALDITA PUTA VIDA QUE LLEVO.
Ni una gota.
¡Absolutamente nada!
Piernas que tiemblan, expanciones que llegan al centro y se estiran de nuevo, hartazgos que llegan al tope, rostros deshidratados en la pantalla, ¡poca luz! y mientras, yo, aqui sentado bailo con música de lágrimas, mi vientre se seca rápidamente y mis labios se quedan sin agua; temo admitir que en realidad no queda nada...¡absolutamente nada!
Recordar.
Recordar me mata.
El recordar me vive.
Recordar como vivir y saber, realmente saber que me recuerda y me vive.
¿Arrogante?
Libertad.
martes, 15 de julio de 2008
El Sacerdote (tercera parte).
III
Así fue como conocí a Ramiro o mejor conocido en los chats locales como "el sacerdote". Luego de eso las incertidumbres cesaron por un tiempo y comencé a estabilizarme en muchos sentidos. Yo era totalmente uno, completito y sin escisiones.
Nunca olvidaré aquella tarde en que visité por primera vez su casa. En esa ocasión me había invitado a charlar e intercambiar algo de material cibernético maldito. Debo confesar que esa tarde me sentí lleno. Ni el maniático con problemas de dicción que le atraen los chiquitos, el pedófilo paranóico que se siente perseguido por todo el mundo ni el enfermo sexual que se cree aberración de la naturaleza, quien pasó a definirse heterosexual a sus 24 años de edad luego de algunas consultas con el loquero, me habían transmitido esa seguridad que tiene Ramiro. El conoce realmente lo hermoso y erótico de la naturaleza infantil masculina.
El Sacerdote (segunda parte).
Las vacaciones de verano habían comenzado ya desde hace tres semanas atrás y yo pasaba por una racha de ideas tontas que daban vuelta en mi cabeza a todas horas; me hacía preguntas estúpidas sobre casualidad o causalidad y mis pensamientos y decisiones se anclaban fuertemente en la incertidumbre. Llegué al punto de perderme entre las calles sin rumbo alguno, y tomé atajos, calles desconocidas a horas inoportunas para aventurarme entre el espacio y romper las reglas del tiempo. Busqué el destino perfecto, escudriñé señales en el pavimento y construí rutas inesperadas.
En realidad no tenia nada que hacer y eso me estaba matando; ya ni las notas improvisadas del piano, los libros que dejé incompletos o las películas empezadas en la televisión calmaban mis ansias vacacionales. La solución era un buen trabajo pero todo terminó en solicitudes tiradas a la basura y llamadas en espera que nunca llegaron. Hasta que un día las cosas se tornaron diferentes.
Fue un Sábado por la noche, aún lo recuerdo bien. Estaba viendo una película en la televisión por cable y comencé a tener esa sensación de “grande-chico” que empieza en mi cabeza y termina por afligirme el pecho. Es algo así como estirarse y volverse a contraer mientras pasa por mi mente la imagen de un chorrito que se hace grandote y se hace chiquito. En realidad no padezco algún tipo de trauma, brote psicótico, o síndrome del chorrito que se haya desatado en mi infancia por una situación de conflicto en la que no le llegué a la catarsis. No, no que yo lo sepa, por eso intenté hacer caso omiso. Sin embargo esta vez me sentí diferente, muy hueco por dentro y con una sensación de flotar en el espacio; entonces lentamente caí en la incertidumbre de nuevo. De pronto sentí la necesidad de buscar, o quizá, de encontrar algo. Era de noche y caminar por el centro de la ciudad no creí que fuera una buena idea, entonces opté por la Internet.
Apagué el televisor, la película empezada acabó sin final otra vez, encendí el procesador y me instalé en la web inmediatamente. Ya estando en una sala de chat local me dispuse a exponer al querido público mis ganas de charlar con un pequeñito menor de 14 años, pero lo único que recibí fueron calurosas bienvenidas de algunos cibernautas. “El_vergón_18”, cansado, decidió salir luego de que sus “chingatumadre” no tuvieron respuesta pero “PNetrame” y “solito_casa” seguían opinando al respecto. Yo sabía que esto era inútil y que mi obsesión por crear momentos inesperados había ido demasiado lejos. Realmente lo sabía, era sábado por la noche, era una sala de chat local y el ambiente era asfixiante y caluroso, justo la combinación perfecta para atraer a dos tipos de personas: los que buscan por la necesidad de tapar un chorrito que se hace grande-chico en la incertidumbre y los que buscan por la necesidad de encontrar donde pasar la noche y coger con desconocidos. Y, al parecer en esta ocasión yo iba por la primera opción.
– tu qué pinche pedófilo de mierda... quieres cosas prohibidas? – Respondió “el_sacerdote” con aires de sarcasmo.
– quiero platicar un rato, ¿conoces a alguien?...
– pues vamos por algunos a la loma o que pedo, sino di a perdis saca las fotos !
– jajaja, quieres fotos? , pues no las regalo, las cambio. – Intenté demostrar que yo realmente sabía de lo que hablaba, y para ello, con un control-c control-v coloqué la dirección URL de una página boylove que contenía fotos eróticas de menores modelando –.
Al cabo de unos instantes “el_sacerdote” me escribe en privado y pide mi correo electrónico.
– ya sé que eres BL.. – Dice mientras exige a toda costa mi correo.
Lo acepté entre los cientos un mil contactos que tengo en mi lista y charlamos un par de horas más. La conversación cayó primeramente sobre algunos sitios de Internet divertidos y terminó con magníficos comentarios sobre los videos de la “blue orchid”.
El sacerdote (primera parte).
Me gustaría relatar cómo conocí al "sacerdote". (por motivos de seguridad fue necesario cambiar su nombre y apodarle "Ramiro").
– ...como en la película de “hannibal” al final, cuando duermen a la detective, aunque creo que eso era heroína.. – Mencioné con la intención de no dejar un vacío en la conversación.
– Pues estuve investigando y es cloroformo, pero necesitamos un carro, el mío está descompuesto pero lo quiero mandar a arreglar, tengo un vocho.
– Orale ¿y tu crees que se pueda?, digo, igual y ni se le para al pobre morrillo por estar todo drogado...Los dos reímos por un rato e hicimos mas bromas de ese tipo; con policías en helicópteros y redadas secretas que terminaban por capturarnos, pero, luego de eso, nunca más se habló al respecto. Hasta hace apenas un par de días.
Extraño mi blog pasado..
Ahora, luego de algunos meses, me lleno de valor para escribir éste otro nuevo y pienso añadir algunos textos que alcancé a recuperar del blog pasado que creo necesarios para darle sentido al concepto de "ahora desde, la otra acera".
Me daría gusto saber que al otro lado del mundo exista alguien que se identifique con algun relato.
Saludos.
La pequeña maggie.
Esta vez el "sshh" de siempre no me funciona y ella ladra mas fuerte, ahora con todas sus fuerzas, se retuerce la garganta y raspa sus uñas contra el suelo. Creo que mi hermano despertará en cualquier momento y será la de siempre: "te dijimos que la regalaras" -claro que eso, como otras tantas cosas por cultura en mi casa nunca se mencionan al aire, aunque se toman por palabras muchos hechos, creo que es la costumbre, me friega. Y para acabarla de chingar el gato del collarín azúl anda ahi otra vez, trepado en la azotea haciendo de las suyas, y todo por un par de croketas !
Creo que al fin la entiendo: echarte a dormir a un pedazo de colchón mojado bajo la pila, en la intemperie del patio, y comer croquetas esponjadas por las lluvias está cabrón, pero que un extraño desconocido intente robar parte de tu terriotorio, y todo por un par de croquetas ! ¡está aun mas cabrón!
!¿ Me pregunto cuándo será la última vez que arriesgaré mi vida por defender mi territorio ?!
cuando eso pase creo que al fín tendré verdaderas razones para el suicidio, mientras tanto me dedico a defender un par de croquetas esponjadas por las lluvias.