Los cerdos también se enamoran y mueren:
mueren mil veces por día en azoteas de universidades fumando cigarrillos frente a estacionamientos con niños de amarillo; e ahí también dónde se enamoran...
La esperanza se vistió de amarillo: hoy le he visto de nuevo desde la azotea de la escuela. Se gana algunas monedas lavando coches en un estacionamiento frente a la universidad, y yo me pierdo la vida fumando cigarrillos frente a un estacionamiento con niños de amarillo desde la azotea de mi universidad...
*** (dedicado al chico del estacionamiento: algún día sabré tu nombre...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario